
El valor de la marca
25/02/2013 - 18:19 h.
Antes de que la crisis hiciera mover los cimientos de la sociedad española el sector del ibérico ya vivÃa la suya propia. Al calor del dinero fácil muchos se subieron al carro, lo que generó una sobreproducción y la consiguiente devaluación del producto.
Pero la gran amenaza vino con el fraude. La rentabilidad animó a muchos empresarios de comunidades sin tradición a meterse en un negocio en alza. Daba igual que no tuvieran las condiciones ni la materia prima necesarias. Una normativa compleja y con demasiados agujeros permitÃa que se vendieran como ibéricos jamones sin el mÃnimo racial exigido y que no habÃan visto una bellota en su vida.
Como consecuencia de la competencia desleal cerraron miles de explotaciones y de industrias. La sangrÃa continúa, y solo están sobreviviendo aquellas empresas que han sabido salvaguardar su marca como sinónimo de calidad. El Ministerio de Agricultura ha aprobado una nueva normativa que ha encendido una luz, aunque sea pequeña, de esperanza. Aseguran quienes saben del tema que puede clarificar la situación, que asegura que el consumidor se lleve lo que cree que está comprando, que un jamón ibérico de bellota vuelva a ser lo que fue. Queda comprobar si se cumplen los controles, pero ahora más nunca, y por encima de etiquetas y otros requisitos, imperará el valor de la marca. Mantenerlo es el reto.